jueves, 30 de julio de 2009

The New York Trilogy

Sí estoy de vacaciones, sí estoy en la playa, sí son mis últimos días, sí debiera estar asoléandome o nadando en el mar o jugando con mis sobrinas entre arena o bebiendo piñas coladas y daiquirís de fresa o mango hasta que me duela la panza y tenga que tirarme en un camastro o un sillón hasta reponerme ...pero en lugar de eso estoy aquí, bajo el impulso de escribir algo en este abandonado blog.

Suelo abandonar las cosas. No es, definitivamente, algo de lo que me enorgullezca. Abandono los deportes, los libros a la mitad, la lectura y la escritura por meses, a algunos amigos por semanas, el alemán a pocos meses de comenzar... Sé que debo dejar de hacerlo. A veces lo adjudico a mi supuesto TDAH y a lo difícil que me es concentrarme a veces. Puede que sí se deba a ello, pero sé que debo dejar de hacerlo.

Leer a Auster durante varias semanas (probablemente se transformaron en meses gracias a los demandantes horarios de mi antiguo empleo) fue maravilloso. No sólo por su escritura misma, sino porque es uno de esos libros que te atrapa y te llama de nuevo a la lectura, a la escritura y a toda esa curiosidad que se desarrolla a su lado. The New York Trilogy tiene grandes personajes involucrados en tres historias similares que, bajo la pluma de Auster, terminan no pareciéndose en nada (fuera de sus afinidades centrales, se entiende). Me falta una parte de la tercera y última parte, por lo que quizás esté adelantandome y diciendo incoherencias, pero es un libro que no me agobia haber leído muy lentamente, como el mismo autor, citando a Thoreau, dice debe ser.

No por primera vez, pero sí la más reciente, T me dijo que debiera preocuparme un poco más por mi futuro. A veces parezco estar enteramente despreocupado de las cosas, lo sé, pero definitivamente no es así. Tengo muchos conflictos internos que aparento pasar de lado y que no hago mucho por resolver, pero estoy en una etapa de mi vida en la que creo tener la motivación suficiente para cambiar al menos algunas de esas cosas: comenzaré a trabajar en un proyecto interesante en lo que busco algo más atractivo y medito sobre mi porvenir, cambiaré -una vez más- el tema de mi tesis por algo más atractivo y que me incite a terminarlo lo antes posible, coordinaré mis horarios para retomar el alemán, dejaré de evadir mis tiempos de lectura, me haré un par de análisis médicos que tengo pendientes... Suficiente para empezar.

Creo que estos cambios de actitud comenzaron a gestarse hace casi dos años, con la muerte de mi padre, aunque no me queda duda de que se han encaminado más certeramente desde hace un par de meses, gracias a la guía, a veces sin darse cuenta, de una novia malacopa y el eterno refuerzo de IZ.

"Death is something that happens to us every day" - Auster

miércoles, 8 de julio de 2009

Destino

Después de cuatro meses y medio en este Cuarto de Paz, varias decenas de reportes del editor, de investigar el entorno electoral de Sonora a diario, de varias notas y opiniones sobre encuestas, de sufrimientos, de alegrías (más de éstas que las inmediatamente anteriores), de días en los que mis ojos simplemente no querían abrirse por horas a pesar de la intensidad que el esfuerzo pudiera llegar a abarcar, de interminables pláticas en messenger, de horas y horas en facebook, algunas más en twitter, de cientos de mails con personas que no conocía antes de esto, de incontables días sin ver a amigos a los que solía ver casi a diario, de posts olvidados, de faltas al gimnasio, de espressos dobles cubanos y bebidas gays (espresso con leche condensada), de una mala nutrición, de un par de días con gran malestar físico, de varias siestas laborales, de ataques innecesarios, de bromas "palaciegas", de simplezas y chistes absurdos, de ataques de risa, de ternura, de amor, de rabia, de grandes amistades, de cambios de opinión, de intentar aprender a hacer cosas nuevas... En fin, 135 días de formar parte de un gran proyecto al cual no estaba convencido de entrar pero del que me siento orgulloso y afortunado de haber sido tomado en cuenta y de un magnífico equipo que logró sacar esto adelante a costa de todo.

Esto llegó casi a su fin. Unos días más y esto comenzará a desvanecerse... Algunas cosas perdurarán, otras quedarán como gratos recuerdos. Lo que es un hecho es que no tenemos idea de cuál será nuestro destino y nuestro paradero. Hay algunas ideas, pero las dudas flotan.

No me queda más que comenzar a mentalizarme para el momento en que, entre lágrimas, deba despedirme de este lugar y de las larguísimas horas que paso entre esta gente.