Finalmente, después de ir a formarme a las 9:15 de la mañana a la Royal Opera House (que abre a las 10), conseguí un boleto para La Traviata. Desgraciadamente Anna Netrebko estaba "unwell" desde unos días antes y Ermonela Jaho había tomado su lugar. Nadie parecía conocer a esta soprano de Albania, yo incluido obviamente, y muchos se iban decepcionados. Yo decidí que ya estaba allí, nunca había entrado a la ROH y no sustituirían a la Netrebko por una cantante mediocre. Compramos (mi madre decidió, no muy convencida, venir conmigo) boletos a un lado, muy cerca del escenario, con muy buena visibilidad, por unas 44 libras (unos 1000 pesos). Sí, un poco caro, aunque no tanto si consideramos que hay boletos hasta de 175 libras, unos 4000 pesos.
Un grandioso escenario el de la ROH y una gran presentación. Evidentemente tuve que leer los subtitulos en la pantallita de mi asiento para saber qué era lo que pasaba, pues no entiendo nada (ni está dentro de mis planes hacerlo) de italiano. Ermonela Jaho no decepcionó de ninguna manera... Y no puedo restarle crédito a los dos cantantes principales: Jonas Kaufmann y... no recuerdo el otro, a pesar de que me pareció que cantaba mejor.
Un gran éxito. Definitivamente es mucho mejor presenciar la ópera que simplemente escucharla en un disco. Debieran intentarlo algún día.
Así se escoge a los ganadores del Latin America´s 50 Best Restaurants
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(Este texto se publicó originalmente en Animal Gourmet)El 23 de septiembre
pasado el patio central...
Hace 9 años.