Ayer, lunes, visité el Rancho Malagón. Poco había escuchado de ellos y sus vinos, por lo que tenía mis reservas sobre ir. Un gringouu compañero del curso de la escuelita nos dijo que había ido a ayudar a pizcar la uva y que tenían muy buenos vinos. Decidimos ir.
No hay muchos señalamientos, pero no es tan difícil llegar. Una vez ahí parecía que estaba cerrado, pero habíamos hablado para preguntar si podíamos ir y decidimos escabullirnos. Varios perros dormidos cuidaban el lugar pero, por suerte, resultaron ser amistosos. El lugar no es nada sofisticado, como la mayor parte de las "vinícolas" locales. Un cuarto con unos 38 tanques cúbicos de plástico abiertos con el mosto fermentando, una bodega, un tiradero... en fin. Nathan, el dueño, y Efrén, su mano derecha, estaban por ahí y comenzaron a platicarnos un poco del lugar. Creímos que ahí terminaría todo, quizá probando sus vinos y listo, pero no fue así.
Nathan, un gringo/mexicano, nos invitó a probar sus vinos. Fuimos a la sala de degustación donde no había ningún sacacorchos... Nos dirijimos, a bordo de un pequeño 4x4 y a lo largo de varias hectáreas, a la casa: un antiguo rancho de tres edificios que fue convertido en hotel de cuatro cuartos y una sala con cocina completa. Ahí probamos los vinos.
Equua 2006: 70% grenache y 30% petit syrah. Sobresalen las notas frutales del grenache aunque opacadas por la potencia del PS. Un poco dulce por momentos. Quizá vaya bien con uno de esos chiles rellenos con un poco de frutas secas (se quedó en mi mente pues Efraín preparará eso en un curso que dará próximamente por acá).
Equua 2007: 80% grenache y 20% petit syrah. Se resalta el sabor del grenache para darle el lugar justo a las plantas principales del rancho, con más de 40 años de edad.
Malagón, Reserva de la Familia 2006: mezcla de grenache, cabernet sauvignon, merlot y petit syrah. Más de la mitad de la mezcla está ocupada por el grenache, pero presenta más complejidad que el equua. Es el único vino mexicano con 92 puntos en wine spectator. Definitivamente un vino para acompañar alimentos fuertes, al igual que la añada siguiente.
Malagón, Reserva de la Familia 2007: mezcla de los mismos varietales pero se invierten las proporciones del cabernet y el grenache, dominando ahora el cabernet para marcar la diferencia entre el equua y el reserva. Un vino aún verde (todavía no se libera al mercado) pero de mayor complejidad. El vino favorito de Nathan hasta el momento.
Ambos vinos me gustaron más en la mezcla del 2007, aunque los cuatro me parecieron muy buenos. Más potentes que muchos de los vinos que se hacen en el valle. Llevan vinificando desde el 2005 y han logrado abrirse puertas en Estados Unidos y ganar los 92 puntos de WS en tan poco tiempo. No es cosa de suerte, desde hace diez años comenzaron a rescatar viñedos y a construir pozos, lo cual requiere mucho trabajo, paciencia y visión a futuro.
Estuvimos ahí casi cuatro horas. Una visita que pude no haber realizado me permitió conocer un par de los mejores vinos mexicanos, los cuales estaremos viendo con más fuerza en un futuro cercano. Lo mejor es la simpleza de Nathan (de unos 35 años más o menos) y su visión de conjunto del valle y el vino mexicano en general. Muchos ven por su propio vino y por ser el mejor de México, él ve por difundir y sacar adelante al vino mexicano y por competir con vinos a nivel mundial.
Aplausos y una sincera disculpa a esta vinícola a la que discriminé un par de veces que escuché su nombre antes.
Así se escoge a los ganadores del Latin America´s 50 Best Restaurants
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(Este texto se publicó originalmente en Animal Gourmet)El 23 de septiembre
pasado el patio central...
Hace 9 años.