domingo, 4 de enero de 2009

- Disculpa, ¿nos conocemos?
- ¿Es una proposición?
- Eeeeh... No. Creo que es más una pregunta.
- No, creo que no nos conocemos pero si fuera una proposición la aceptaría.

Un billete sobre la mesa cubría la deuda del café a medias. La silla quedó vacía, desordenada, como sorprendida.

(No crean que no me doy cuenta del mal intento que es éste por recobrar la inspiración para volver a escribir...)