martes, 8 de enero de 2008

¡¡No puede ser!! Acabo de descubrir que los brasileiros ahora nos han robado algo de lo más preciado que teníamos que ha sido, de hecho, objeto de uno de los posts anteriores. Si entran a esta dirección verán un par de imágenes y el video publicitario de......
¡¡¡¡Pelón Cabelón!!!!
¡Lo peor de todo es que creo que me gusta más su nombre y la canción es pegajosa!
No hubo boletos para La Traviata. ¡Ni uno! Ahora no podré ver a la Netrebko a menos que me la encuentre en la calle y me invite a tomar un té o a comer fish & chips o algo así... Malditos ingleses cultos. ¿Por qué no dejan ni un maldito boleto para la ópera? Aquí no se venderían ni la mitad si se abrieran tantas fechas como allá...

Cuando se adelgaza, ¿a dónde va ese peso? Entiendo que los carbohidratos y las grasas se quemen como energía y que los residuos de la grasa en ese proceso son, en cierta medida, venenosos (no a las dosis que permanecen en el cuerpo). Pero, debe generarse una gran cantidad de residuos cuando se pierde mucho peso. ¿No debiera salir grasa o algo del cuerpo como el tamarindo de un pelón pelo rico (¿alguien ya vio que cambiaron el diseño del envase después de siglos de tradición? ¡malditos! no cambia mucho, pero aún así)? Seguramente sale por otro lado (no entremos en detalles), pero es más gracioso imaginar hilos de grasa saliendo por los poros del cuerpo constantemente.

Maldita sea, creo que mi supuesto nerviosismo pre-viaje se transforma en ideas bastante estúpidas. Mejor debo comenzar a despedirme. Para quienes aún no se enteran, ire a Londres mañana por la noche y hasta el 25 de enero. Sí, faltaré dos semanas al ITAM. Ya tengo mi nueva credencial. Está más bonita la del metrobus. ¿No podían diseñar algo más bonito? Seguro contrataron a un diseñador egresado del ITAM (sí, sí, sí, ya sé que no existe diseño en el ITAM, es justamente el punto). En fin, voy a Londres y a Brno (la 2a ciudad más grande de la República Checa). Quizá traiga plumas tejidas con su nombre en checo (como las que venden en Coyoacán) como recuerdo si se portan bien. De ahí en fuera ya no haré el gentil comentario de "¿se te ofrece algo?" porque luego "les da uno la mano y agarran todo el brazo" y encargan cosas raras que no estoy dispuesto a buscar por Londres.

Queso

Éste es el nuevo bebé de mi hogar. Tiene múltiples nombres: queso, rey y, el "oficial" (por ser bautizado así por mi sobrina (bajo el influjo del resto de las féminas de mi hogar (bendito, yo, entre las mujeres, ahora))), manchas. Un Fox Terrier de apenas 2 meses a quien le encantan las croquetas que le compró su tía Isa, Royal Canin para cachorro. Queso no hace más que jugar, comer, correr, morder y dormir. Cuando está cansado se acomoda en los brazos, tal como se ve en la foto. Me cae muy bien mi Rey. Creo que se llevará muy bien con el Newton, un viejo pastor inglés de 4 años que se sigue creyendo cachorro.