miércoles, 4 de febrero de 2009

Amor

Hoy me enamoré de nuevo. Había olvidado esa sensación -la verdad no, pero suena mejor así-. Esa voz y esa manera de expresarse... ¿Cómo haberla dejado de lado tanto tiempo? Hoy descubrí en mi auto, entre muchos otros, el disco de El Espíritu del Vino de Héroes. La voz de Bunbury en ese entonces era maravillosa, sobre todo cantando Sirena Varada -me recuerda discusiones de antaño bastante absurdas sobre el tono en que un amigo debía cantarla-. Eso de enamorarse reiteradamente, cada par de meses, no resulta nada mal. Charly García, Fito, Bunbury, Tom Waits... "Esos jóvenes de ahora no saben hacer música" - diría un anciano ...y yo. En otras lenguas sí hay quien aún hace buena música pero, ¿en español? Alguien dígame el nombre de alguna banda buena.

Pasando a cosas más interesantes... Nunca me había sentido tan orgulloso y tan cercano al Colegio Nacional, esa agrupación de los científicos, artistas y literatos más destacados de nuestro país. Descubrí -redescubrí más bien- pegado a mi refrigerador un imán del Colegio Nacional. Lo especial es que no es un imán cualquiera sino un destapador. ¿Podíamos esperar menos de nuestros grandes genios connacionales? Gracias a ellos no tuve que ir a sumergirme al cajón a buscar uno viejo y sin chiste. Ellos me permitieron beber en este momento mi tentempié de media tarde: una St. Peter's Cream Stout. Aaaaaah, huele y sabe un poco a café con caramelo (claro que, al introducir mi nariz al vaso cuando la acababa de servir para poder olerla, llené la punta de mi nariz de espuma). Espero algún día formar parte del Colegio Nacional para poder proponer ideas tan brillantes como esa... Los amo.

Definitivamente el amor marcó mi día...