martes, 3 de marzo de 2009

www.c _ _ _ _ _ l e _ _ _ _ _ _ _ l.com

Llevo apenas dos días en mi trabajo. No es intelectualmente demandante -me hace sentir que no estoy haciendo nada productivo- y me pagan poco. Suena mal pero la verdad es que me gusta. Me divierto estando ahí. Me agrada el lugar y me cae muy bien toda la gente que me rodea. Me encantan las juntas diarias donde llegan directores generales, adjuntos y varias personas más implicadas en el proyecto para discutir una serie de temas a una velocidad vertiginosa. Me desespera no tener un gafete aún y tener que esperar a que alguien salga de cada edificio al que quiero entrar o del que quiero salir. Hay un café Punta del Cielo adentro. Me resulta simpática la señora malacopa que sirve en el comedor. Me cae bien la recepcionista que, como si me conociera de hace años -cuando sólo me ha visto una vez- me empieza a preguntar que si ya me dieron mi extensión, mi correo, mis claves, mi gafete, mi blah, blah, blah... Está hasta Constituyentes pero, aunque me desespera el tráfico algunas veces, me gusta manejar por los tuneles y puentes de Alta Tensión -sobre todo porque mi padre estuvo a cargo de supervisar parte de ellos-. No tengo que ir vestido de ninguna manera obligada. Los horarios son muy flexibles -aunque me gusta llegar entre 7:30 y 8 y me quedo hasta pasadas las 6 con sólo el tiempo indispensable para comer. Me gusta tener una versión "beta" de una página de internet, construyendo con prueba y error. Me emociona el no saber si llegará la cantidad de gente que esperamos cuando salgamos al aire formalmente. Originalmente saldría el 15, ahora quieren que salga el 9, por lo que quizá debamos redoblar esfuerzos. Me gusta que sólo seamos tres en una oficina un tanto improvisada: mi jefe, mi compañera y yo. Hay un buen número de mujeres guapas, lo cual siempre es muuuuy apreciable. La comida es barata, aunque sigo haciendo el cálculo mental de lo que gasto en promedio diariamente para ver cuánto debo restar de mi bajo sueldo. En dos días he conocido a varias personas relevantes -para bien o para mal- en la ciencia política. Me gustan mucho varios planes que existen. Me agrada el secretismo temporal de todo esto. Les avisaré cuando todo esté listo... Me encanta.