martes, 25 de septiembre de 2007

Y ahora...

Reconozco en ti aquella efigie que algún día admiré.
Ya no eres tú.
Aunque quisieras, no puedes ser él.
Las sombras de piel y hueso esbozan la carne que algún día fue.

- Y ahora, ¿qué? - preguntas desesperanzado, exhausto, fuera de ti.

Lo mismo me pregunto. ¿Qué falta? ¿Qué sigue?

Todo está dicho.
Y ahora, ¿qué?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y ahora tal vez tú, porque nunca está todo dicho.

Anónimo dijo...

Esa efigie que algun día admiraste ahora eres tu.