martes, 12 de febrero de 2008

Maldita sea: ya me cansé que todo mundo apoye ciegamente la reelección así como así, como si mágicamente fuera a resolver la dinámica legislativa. Sanciones morales me parecen ficciones en este país (y, probablemente, en cualquier otro) que acarrearían mayores costos que beneficios. ¿El votante debe tener realmente el poder de "castigar" a sus representantes? Si es de esa manera, me parece que no.

Sí, puede que vaya sólo contra el mundo, pero me propongo escribir algo más detallado al respecto. Quizá se los dé a conocer alguno de estos días...

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