lunes, 2 de junio de 2008

Reseña completa del Vive Latino 2008 (parte 2)

DOMINGO

El domingo llegué más o menos a la misma hora, ya con ciertos rezagos del día anterior. Ahora, por suerte, ya no tuve que perder media hora en la fila de los boletos, por lo que caminé, lo más rápido que pude, hasta las filas de entrada.

No sabía si estarían los Piojos. Lo habían anunciado así, en el Reforma aparecían dentro del cartel, pero en internet aparecía Tex-Tex. En el folleto de los horarios que daban al entrar aparecía "13:40 - 14:20 Los Piojos", por lo que fui directo al esenario principal a esperar averiguar quién estaría ahí finalmente... 13:40, salen los texcoqueños... Me agradan, pero los he visto un par de veces antes y... bueno, no son los Piojos.

Después estaría Lost Acapulco en ese escenario, pero yo ya había visto el día anterior a Los Straitjackets, mi dosis de surf, por lo que me fui a la cancha de futbol a ver si alcanzaba a ver a los argentinos de Kapanga.

Cuando llegué ya estaban comenzando a tocar los de La Habitación Roja, grupo español parecido a Jaraba de Palo y esas cosas. Bastante malos la verdad, pero juntaron buena cantidad de gente.

La gente se fue y ese espacio de vació. Así, con unas 20 personas viendo, apareció Gerardo Enciso. Desde Guadalajara lo trajeron a que tocara algunas canciones medio descompuestas... Un par de ellas estaban bien, pero no encajaba con el Vive. Una especie de trova-rock medio ecléctica que pues no jaló ahí. Sin embargo, aquel hombre de quien les hablé antes, Armando Palomas (el del corrido a las mujeres) estaba por ahí ayudando con el sonido... Valió la pena ver al feo ese por ahí... ja.

Fui de vuelta al escenario principal. Aún estaba el Gran Silencio tocando. Después de años de tocar sus mismas canciones y de haberlos visto un sinnumero de veces, no me motivaron lo más mínimo... Acabaron de tocar y fui lo más adelante que pude para ver a los recién reencontrados botellos... Botellita de Jerez, un ícono del rock mexicano, creadores de aquella frase "Lo naco es chido" y, sin duda, los más nacos y los más chidos, estaban ahora frente a mis ojos. Grandes, grandes, grandes. Por desgracia no tocaron Luna Misteriosa, pero sí todas las demás.

Llegaron Los Lobos, banda chicana que ha participado en soundtracks como los de El Mariachi y conocidos por su versión de La Bamba. Un rock más clásico que, quienes esperaban a ver a Babasónicos (y seguro a Panda, putos (jaja, la violencia enteramente gratuita...)), no supieron apreciar. Unos comenzaban a gritar "fuera, fuera" y otros contraatacábamos gritando "lobos, lobos".

Intenté emprender la retirada, pero los cientos que querían ver a los argentinos empujaban para adelante y yo y 5 personas más empujábamos para atrás... Estuve a punto de morir, hasta que una mujer que sí estaba a punto de desmayarse, nos sirvió de estandarte... ja.

Después de comerme unos taquitos del Villamelón (por fin la oferta gastronómica ha dejado de limitarse a hamburguesas, hot-dogs y pizzas y los puestos de agua y cerveza ahora abundan) llegué a escuchar las últimas canciones de los Francy Free para esperar a ver el reencuentro de Todos Tus Muertos... Debo admitir que temía un poco. El slam de estos señores debía ser mortal y cumplió. Tanta gente saltaba que, en algún momento, la nube de tierra no dejaba ver el escenario. Quizá no fueron los mejores musicalmente hablando, pero el slam fue bastante... entretenido, digamos.

Por fin, los Rolling Stones latinoamericanos llegaron a ese mismo escenario, con muy muy poca gente viéndolos para mi fortuna. Los Ratones Paranoicos tocaron frente a un grupo de argentinos (y argentinas) que no podían creer que hubiera tan poca gente y que ellos estuvieran viéndolos en un concierto casi privado. Después llegó un poco (poco) más de gente, pero fue fantástico verlos tan comodamente. El vocalista se volvió realmente loco en la última canción: sigue girando.

Dubitativo fui a ver a la Maldita Vecindad. Pensé en verlos desde lejos, ya para descansar, pero una viborita pasó frente a mi saltando y no pude evitar unirme, por lo que acabé del otro lado y casi hasta adelante, saltando y metiéndome, una vez más, al slam. Esos señores son garantía de cansancio...

Finalmente escuché, ahora sí a lo lejos, a parte de lo que era el Colectivo Nortec: Fusible + Bostich. Sólo me quedé a escuchar unas tres canciones, en lo que salía parte de la gente y antes de que saliera el resto... Tocaron una de las pocas canciones electrónicas que me agradan: Tijuana Makes Me Happy.

Así emprendí la retirada. Llegué al metro, tras una laaaarga caminata, y estaban cerradas las rejas. Por suerte, 30 segundos después, las abrieron, aunque la multitud que entró abarrotó el andén en ambas direcciones. Así abordé el metro que habría de llevarme de vuelta a casa o, mejor dicho, a mi auto. Ahora sí, más cansado que hacía mucho tiempo, sólo pensaba en llegar a mi cama... Termino, de esa manera, la gran aventura de este año.

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