lunes, 21 de mayo de 2007

Realidades Alternas

¿Quién no se ha apasionado en algún momento por los sueños? Seguramente, al menos, por alguno de ellos y, muy probablemente, ha confundido, o querido confundir, uno de esos sueños con la realidad.
Cada periodo de sueño, generalmente desarrollado durante el periodo REM (Rapid Eye Movement), dura apenas unos minutos. Cada uno dista del anterior entre 90 y 120 minutos y va incrementando su duración en el transcurso de la noche. Durante estos periodos se secretan una serie de hormonas que paralizan los músculos del cuerpo; pero, si esto no es así, la persona puede llegar a actuar sus sueños.
Existen, sin embargo, algunos inhibidores del sueño REM. Algunos de ellos son: el alcohol, los antidepresivos y algunos tranquilizantes menores que, muchas veces, son diagnosticados para inducir el sueño (dígase Valium o Ativan).
Hay, por otro lado, partes de la realidad en la que, quizá, quisieramos estar soñando. Las OBEs (Out-of-Body Experiences) son fenómenos en los que las personas parecieran ver el mundo desde fuera de su propio cuerpo, en una especie de "segundo cuerpo". Más que imaginación, dicen algunos, es muestra de las capacidades psiquicas y psicológicas del ser humano.
La actividad neuronal continúa por algunos minutos después de la muerte corporal. Algunos dicen que este tiempo es suficiente para que la persona recree buena parte de su vida en proporciones suficientemente reales, viviendo, por decirlo de algún modo, por segunda vez algunos pasajes de su vida.
Esto podría llevarnos a separar la realidad corporal de la realidad mental. ¿Qué nos permite estar seguros que ambas conviven apegadas una a la otra? Es decir, ¿no podríamos pensar ver algo distinto a lo que "en realidad" estamos viendo? Recuerdo, y hago alución directa a ello, un debraye chelero de hace ya algunos años. ¿Cómo podemos saber que, aquello que para nosotros es, por ejemplo, una pared, no es para otro un pasillo? ¿No podemos nosotros hablar de un tema y adaptar las respuestas del otro a nuestra secuencia de pensamiento mientras que el otro habla de algo enteramente distinto o, quizá, no habla? ¿Podríamos estar viviendo solos e imaginando todo lo que existe y sucede a nuestro alrededor?
Realidad, sueños y neurobiología: la tríada de la confusión. Vayan ustedes a saber qué es lo que en realidad está pasando por sus vidas, mi vida y la de los otros. Descifren si en realidad existen tales vidas.
Quizás ahora piensen que estoy loco, pero nada les asegura que lo que leyeron y entendieron es lo que en realidad escribí y quise decir. Puede que el loco no sea yo.

2 comentarios:

Nuria (líquida felicidad) dijo...

Coincido contigo (si es que se puede coincidir en estos asuntos)... Creo que vivo temporal y espacialmente confundida y aparentemente (al menos según tu debraye) tengo capacidades psíquicas y psicológicas, jaja

Jerrophus VII dijo...

Puede que sí lo seas... Sin embargo, bien puedes empezar a considerarte un seguidor más de la corriente filosófico-artístico-fantástico-coyuntural-místico (y/o perríca)-mágico-musical del "surrealismo mágico"...